Ellen Vandyck
Director de Investigación
La enfermedad de Osgood-Schlatter es una afección que se da en aproximadamente 1 de cada 10 adolescentes activos y se presenta como dolor anterior de rodilla, agravado por la carga de la rodilla. El dolor suele aparecer a la palpación de la tuberosidad tibial y puede ir acompañado de signos de inflamación. A menudo se reconoce como una afección a largo plazo y, en algunos casos, puede ser difícil de manejar. Por lo general, el tratamiento de la enfermedad de Osgood-Schlatter consiste en enfoques pasivos en los que el reposo y la evitación de actividades dolorosas son los protagonistas. En este estudio, se favoreció un enfoque activo que incluía una modificación de la actividad junto con el fortalecimiento de la rodilla para Osgood-Schlatter.
Se realizó un estudio prospectivo de cohortes en el que participaron 51 adolescentes con una edad media de 12,7 años, que padecían Osgood-Schlatter. Eran personas activas, como refleja el hecho de que el 92% de ellas cumplieran las recomendaciones mínimas de actividad física al día. Más de un tercio de los participantes habían recibido tratamiento previo para el dolor de rodilla, aunque sin éxito. La duración media de sus dolencias era de 21 ± 12,5 meses.
El resultado primario de interés fue la mejora autodeclarada de los síntomas de Osgood-Schlatter a las 12 semanas, medida en una escala de 7 puntos, desde mucho peor a mucho mejor. Un resultado satisfactorio se definió como haber mejorado o haber mejorado mucho. Otros resultados incluyeron la escala KOOS, el mayor grado de dolor durante la última semana medido mediante una escala de calificación numérica, y el EuroQol-5 Dimensions. También se realizaron dos pruebas de rendimiento: los saltos verticales y horizontales con una sola pierna.
La actividad física a lo largo del estudio se midió objetivamente para comprobar si se seguía la modificación de la actividad. Estas mediciones se realizaron utilizando un Actigraph que clasifica el tiempo empleado en actividades, con diferentes intensidades como actividad física sedentaria, moderada y vigorosa. Por último, se realizaron mediciones de la fuerza isométrica de abducción de cadera y extensión de rodilla con un dinamómetro manual.
Se sometieron a una intervención de 12 semanas centrada en la modificación de la actividad y la reexposición gradual a cargas cada vez mayores de la articulación de la rodilla. Este programa consistía en una reducción de la participación deportiva y la evitación de las actividades que agravan el dolor en las primeras 4 semanas, tras lo cual se inicia un retorno lento guiado por la escalera de actividades. Esta escalera de actividades consta de 11 niveles y los participantes podían acceder al siguiente nivel cuando no tenían dolor o tenían un dolor máximo de 2/10 durante la actividad o a la mañana siguiente. El empeoramiento de los síntomas obliga a dar un paso atrás en la escalera. Un requisito era que, junto a la realización de las actividades de la escalera de actividades, se llevaran a cabo determinados ejercicios de fortalecimiento. Estos ejercicios incluían la extensión estática de la rodilla durante 3 series de 10 repeticiones en las semanas 1-4. A partir de la semana 5, éstas se complementaron con sentadillas de pared, sentadillas y estocadas, cada una con progresiones y regresiones.
Sólo cuando se alcanzaba el nivel 8 de la escala de actividad, era posible volver a practicar deporte, de nuevo cuando no se sentía dolor (máximo 2/10) durante la actividad o a la mañana siguiente. Cuando se lograba un periodo de dos semanas de entrenamiento sin restricciones y sin dolor, el atleta podía reincorporarse a la competición.
Tras doce semanas de seguimiento del protocolo de modificación de la actividad y reexposición gradual a las cargas, el 80% informó de un resultado satisfactorio. Al cabo de un año de realizar el fortalecimiento de rodilla para Osgood-Schlatter, este porcentaje aumentó al 90%.
Los resultados secundarios revelaron que el mayor grado de dolor durante la última semana disminuyó de una puntuación media de 7/10 al inicio a 2/10 a las 12 semanas. Otras medidas secundarias también mostraron mejoras en los síntomas y el funcionamiento. Los resultados se vieron corroborados por un aumento de la fuerza de la rodilla del 30%.
La enfermedad de Osgood-Schlatter afecta al 10% de los adolescentes deportistas, entre los que me incluyo cuando tenía esa edad. Aún recuerdo que me dolía la rodilla y que tenía que abstenerme de participar en actividades deportivas y clases de gimnasia en el colegio. No entendía muy bien por qué mi rodilla se sentía así y por eso aplaudo que en este estudio se educara tanto a los padres como al adolescente sobre esta afección.
Según Guldhammer et al. que hicieron un estudio retrospectivo en 2019, el 60% de los diagnosticados de enfermedad de Osgood-Schlatter en un departamento de ortopedia siguen refiriendo dolor en una mediana de 4 años de seguimiento en un periodo de 6 años. Esto caracteriza la larga duración de la enfermedad. En este estudio, el 69% volvió a sus actividades deportivas, pero esta cifra fue sólo ligeramente superior a la de los 6 meses (67%). Además, uno de cada cuatro atletas se perdió durante el seguimiento, lo que supone una importante fuente de información que falta en el análisis.
Los resultados secundarios revelaron mejoras positivas en la fuerza de extensión de la rodilla (32%) y la fuerza de abducción de la cadera (24%) y aumentos en los saltos horizontales con una sola pierna (14%) y los saltos verticales (19%).
Un punto fuerte de este estudio es el hecho de que utilizó una medida objetiva para cuantificar el alcance de la modificación de la actividad. En lugar del "método fácil" de preguntar a los pacientes si redujeron o no sus actividades (que puede ser sesgado), este estudio utilizó actigrafías durante al menos 1 semana. La evaluación inicial fue realizada por fisioterapeutas y, en lugar de utilizar imágenes médicas de forma rutinaria, no se tomaron radiografías en la evaluación inicial. Esto refleja la práctica clínica con bastante exactitud.
El fortalecimiento de la rodilla para Osgood-Schlatter consiguió mejorar las puntuaciones de dolor tras 12 semanas. Este programa de refuerzo se combinó con una modificación temporal de las actividades. Los autores también realizaron un estudio en 2019 utilizando la misma modificación de la actividad en el dolor patelofemoral. Si quieres saber más sobre esto, echa un vistazo a nuestra reseña aquí
Actualización de Osgood-Schlatter
Mira esto VIDEO CONFERENCIA GRATUITA DE 2 PARTES por un experto en dolor de rodilla Claire Robertson que disecciona la literatura sobre el tema y cómo se impacto en la práctica clínica.