Aprenda
Calambres musculares explicados por la ciencia | Opciones de tratamiento de los calambres musculares
En un informe resumido de 12 años de problemas médicos en maratones, los calambres representaron el 6,1% de los encuentros médicos, con 1,2 casos por cada 1.000 participantes. Sin embargo, los calambres musculares asociados al ejercicio son un problema también en otros deportes vigorosos.
Durante mucho tiempo se ha pensado que los calambres son consecuencia de la deshidratación y el desequilibrio electrolítico. La teoría en la que se basa es que el compartimento del líquido extracelular se contrae cada vez más debido a la sudoración, lo que provoca una pérdida de volumen intersticial. Además, la sudoración excesiva puede provocar déficits concomitantes de sodio, calcio, magnesio, cloruro y potasio. Se considera que ambos efectos conducen a la deformación mecánica de las terminaciones nerviosas y a un aumento de las concentraciones de iones y neurotransmisores circundantes, lo que conduce a la hiperexcitabilidad de las terminales nerviosas motoras y a la descarga espontánea.
Sin embargo, todos los estudios que apoyan esta teoría no han mostrado ninguna relación de causa y efecto, ninguno de los participantes en los estudios de apoyo tuvo calambres a pesar de tener pérdidas de electrolitos en suero o en sudor y ¿por qué entonces los calambres sólo se producen en los músculos que trabajan y los estiramientos pueden aliviar los calambres inmediatamente?
Schwellnus et al. (2009) popularizaron la idea de que los calambres se producen debido a una alteración del mecanismo de control de los reflejos en respuesta a la fatiga neuromuscular. En concreto, la sobrecarga y la fatiga musculares generan un desequilibrio entre el impulso excitatorio de los husos musculares y el impulso inhibitorio de la motoneurona alfa, lo que acaba produciendo un calambre localizado. Esta hipótesis tiene apoyo experimental, ya que se ha demostrado que la fatiga del músculo esquelético reduce la entrada inhibitoria a las motoneuronas alfa desde el aparato tendinoso de Golgi y aumenta la entrada excitatoria desde los husos musculares en modelos animales. También se ha demostrado que cuando el músculo esquelético se contrae en una posición acortada, hay una señalización deprimida de los GTO, lo que explica por qué el estiramiento es el tratamiento más conocido y eficaz para la EAMC aguda.
Entonces, ¿cuáles son los factores de riesgo de la alteración del control neuromuscular?
Parece que los atletas tienen diferentes frecuencias de umbral de calambres individuales, que es la estimulación eléctrica mínima necesaria para evocar un calambre.
No es de extrañar que tener un historial de calambres asociados al ejercicio parezca ser el mayor factor de riesgo para futuros calambres. Aunque las investigaciones son equívocas, parece que los antecedentes familiares de calambres, así como un gen específico del colágeno, podrían ser factores contribuyentes. Además, los hombres parecen ser más propensos a los calambres inducidos por el ejercicio que las mujeres, lo que podría deberse a una mayor proporción de fibras de contracción rápida en los músculos de la locomoción. Por fin, Schwabe et al. han demostrado que una mayor intensidad y duración del ejercicio conlleva un mayor riesgo de sufrir calambres, y Shang et al. Descubrió que los atletas propensos a los calambres tenían más probabilidades de tener un historial de lesiones de tendones o ligamentos en comparación con los atletas que no sufren calambres.
Entonces, ¿cómo podemos tratar y prevenir los calambres?
Debido a las limitaciones de la teoría de los electrolitos y la hidratación, las pastillas de sal y los suplementos de magnesio -aunque se utilizan habitualmente- carecen de evidencia. Se ha demostrado que el uso de la quinina reduce la incidencia de los calambres nocturnos e idiopáticos, pero ya no está permitido en Estados Unidos porque puede provocar una disminución del nivel de plaquetas en la sangre.
Nelson et al. (2016) informan de varias estrategias prometedoras para los calambres musculares asociados al ejercicio, aunque los ensayos de alta calidad todavía tienen que demostrar su eficacia:
- Reeducación de músculos agonistas como el glúteo mayor en isquiotibiales propensos a los calambres (Wagnet et al. 2010)
- Se propone que el Kinesio Taping y las prendas de compresión creen circunvoluciones en la piel, lo que genera un aumento del flujo sanguíneo local y una reducción de la presión sobre los mecanorreceptores (Marban et al. 2011)
- Se ha demostrado que la terapia de masaje altera la excitabilidad neuronal (Behm et al. 2013)
- La hiperventilación previene la acidosis respiratoria como factor que contribuye a los calambres musculares (Murphy et al. 2011)
- Se cree que el zumo de pepinillos de alrededor de 1 ml/kg de peso corporal, que contiene altas concentraciones de sal junto con ácido acético, desencadena un reflejo que aumenta la actividad de los neurotransmisores inhibidores en los músculos con calambres (Miller et al. 2010)
Por último, parece que los estiramientos son el tratamiento más eficaz para aliviar los calambres musculares inducidos por la fatiga aguda, ya que se cree que aumentan la tensión en el órgano tendinoso de Golgi, lo que provoca un aumento de la inhibición del reflejo aferente a la motoneurona alfa.
Siéntase libre de experimentar con varias de esas opciones... ¡y díganos qué le ha ayudado!
21 DE LAS PRUEBAS ORTOPÉDICAS MÁS ÚTILES EN LA PRÁCTICA CLÍNICA
¿Te gusta lo que estás aprendiendo?
COMPRAR LOS FISIOTUTORES COMPLETOS LIBRO DE EVALUACIÓN
- Libro electrónico de más de 600 páginas
- Contenido interactivo (vídeo de demostración directo, artículos de PubMed)
- Valores estadísticos para todas las pruebas especiales de las últimas investigaciones
- Disponible en 🇬🇧 🇩🇪 🇫🇷 🇪🇸 🇮🇹 🇵🇹 🇹🇷
- Y mucho más.