Ellen Vandyck
Director de Investigación
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones sinoviales. La enfermedad puede causar inflamación, lesiones articulares, deformidad y discapacidad, así como síntomas extraarticulares como la tenosinovitis. La aparición inicial más común de la artritis reumatoide es una artritis inflamatoria que afecta a las pequeñas articulaciones de las manos. Las articulaciones metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y de la muñeca son las articulaciones de la mano más típicamente afectadas. Los frecuentes episodios de inflamación pueden tener efectos negativos en la función de la muñeca a largo plazo. Sin embargo, pocos estudios han examinado las consecuencias de la artritis reumatoide a nivel de la muñeca. Por lo tanto, este estudio pretendía arrojar luz sobre la función sensoriomotora de la muñeca en la artritis reumatoide y su correlación con el dolor y la discapacidad.
El presente estudio empleó un diseño transversal en el que participaron pacientes con artritis reumatoide y controles sanos. La selección de los participantes se basó en los criterios de clasificación de la artritis reumatoide ACR/EULAR de 2010. No eran elegibles en caso de que tuvieran una mayor actividad de la enfermedad, medida a través de una PCR superior a 5mg/l y una puntuación DAS28-ESR superior a 3,2.
Se obtuvieron las siguientes medidas:
Se incluyeron 31 personas con artritis reumatoide e igual número de controles sanos. La edad media de los controles sanos era de 47 años y la de los participantes con artritis reumatoide, de 54 años. Los pacientes con artritis reumatoide incluidos tenían una duración media de la enfermedad de 14,6 años (+/- 8,6 años). No se observaron diferencias entre ambos grupos al inicio del estudio.
La evaluación de la función de la muñeca en pacientes con artritis reumatoide reveló una menor fuerza muscular de los músculos flexores y extensores en comparación con los controles sanos, tanto para la muñeca dominante como para la no dominante. Este déficit era más pronunciado en los músculos flexores.
En cuanto a la propiocepción, se observaron deficiencias en los pacientes con artritis reumatoide, que se reflejaron en valores de JPE más elevados. Tenían mayores dificultades para percibir con precisión los ángulos articulares, con errores medios de 6,5° para la muñeca dominante y 7,7° para la muñeca no dominante, en comparación con 4,1° y 3,6° en los controles sanos.
Los resultados del PRWE revelan que las personas con artritis reumatoide presentan niveles significativos de dolor en sus actividades cotidianas, tanto en la muñeca dominante como en la no dominante. Los niveles de función se ven algo menos afectados. Dado que estas personas no se encontraban en un brote en el momento del estudio, es especialmente importante recordar esto de este estudio.
En comparación con los controles sanos, se observó una peor fuerza tanto en la muñeca dominante como en la no dominante y en la flexión y extensión de la muñeca. Lo mismo ocurrió con el error de posición articular; los pacientes con artritis reumatoide presentaban un mayor error de posición en comparación con los controles sanos. Teniendo en cuenta que estas personas no referían dolor en la muñeca, la importancia de evaluar la función sensoriomotora de la muñeca en pacientes con artritis reumatoide parece de suma importancia. Sobre todo teniendo en cuenta que se sabe que la enfermedad afecta a la articulación sinovial y las estructuras relacionadas, y que la muñeca se ve afectada negativamente en muchas personas con artritis reumatoide.
Se encontró una fuerte correlación positiva entre la fuerza de agarre y la fuerza flexora y extensora de la muñeca (r = 0,7 y r = 0,6, respectivamente), lo que significa que cuanto mayor era la fuerza de agarre, mayor era la fuerza de los músculos flexores y extensores de la muñeca. Esto implicaría que podría entrenar los flexores de la muñeca o dar ejercicios que implementen el agarre para mejorar la fuerza de los flexores de la muñeca, o viceversa.
Al determinar la correlación entre todas las variables medidas, podemos ver cómo se relacionan. Sin embargo, este estudio no determinó las causas, ya que correlación no implica causalidad. Sin embargo, una correlación muestra que dos variables siguen un patrón predecible. Esto puede identificar posibles relaciones.
La fuerza de agarre se evaluó como variable, pero además de cómo se correlacionaba con las demás variables no se proporcionaron datos brutos para comparar entre la mano dominante y la no dominante o entre controles sanos y pacientes con artritis reumatoide.
El estudio utilizó una dinamometría isocinética especializada que se utiliza sobre todo en entornos hospitalarios y altamente especializados. Sin embargo, la fuerza de prensión y la fuerza flexora y extensora de la muñeca pueden medirse fácilmente con un dinamómetro manual. En lugar de medir la fuerza isocinética, sólo medimos la fuerza isométrica, pero aun así disponer de esta medición objetiva es mejor que hacer conjeturas. Para la supinación y la pronación de la muñeca, la dinamometría manual isométrica no es válida en comparación con la medición isocinética(Bonhof-Jansen et al. 2023), pero para la flexión y extensión de la muñeca, Lucado et al. (2019) mostraron que las correlaciones eran de moderadas a altas.
También se obtuvo una evaluación del error de posición articular mediante un dispositivo isocinético. Sin embargo, la medición podría obtenerse diseñando una medición para la muñeca utilizando un puntero láser y una diana, como demostramos para el hombro en el siguiente vídeo.
Este estudio examinó la función sensoriomotora de la muñeca en pacientes con artritis reumatoide y reveló déficits significativos tanto en la muñeca dominante como en la no dominante en comparación con los controles sanos. El sentido de la posición articular, la fuerza de agarre y la fuerza de los músculos extensores y flexores se vieron afectados. Esto se correlacionó con el dolor y la discapacidad en el Cuestionario de Evaluación de la Muñeca Valorado por el Paciente, lo que implica que estas variables de la función sensoriomotora estaban relacionadas con peores resultados en las AVD. Es crucial evaluar la función sensoriomotora de la muñeca en pacientes con artritis reumatoide e implementar su mejora en las personas afectadas. Por último, los exámenes sensoriomotores deberían incluirse en las evaluaciones rutinarias de la artritis reumatoide en la práctica clínica. Los hallazgos apoyan el uso de ejercicios centrados en la muñeca en programas de fisioterapia para aumentar tanto la fuerza como la propiocepción en pacientes con artritis reumatoide, lo que se traduce en resultados funcionales superiores.
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