Ellen Vandyck
Director de Investigación
Las lesiones relacionadas con la carrera se producen con frecuencia en corredores experimentados y principiantes, sobre todo en las extremidades inferiores. Deben abordarse los efectos positivos de participar en carreras, ya que los beneficios de correr para todo el cuerpo son evidentes. Para minimizar los efectos adversos de la carrera (lesiones) es crucial comprender, tanto desde el punto de vista del entrenamiento como de la rehabilitación, lo que ocurre en la extremidad inferior durante una sesión de carrera. En este estudio, los autores analizaron la influencia de diferentes tipos de protocolos de carrera en tres regiones del cuerpo que se lesionan con frecuencia. La información derivada de este análisis puede ayudar a orientar la planificación de la formación y la rehabilitación.
Este estudio examinó a 19 participantes sanos, sin lesiones y acostumbrados a correr en cinta. Eran elegibles si tenían entre 18 y 45 años, un IMC <26kg/m2 y no habían sufrido ninguna lesión en los últimos 3 meses.
Se les invitó a participar en una sesión de prueba en la que completaron diferentes carreras cortas de un minuto mientras se recogían sus datos. Se colocaron marcadores retrorreflectantes en 26 lugares. Se registraron las fuerzas de reacción del suelo y la cinemática de la parte inferior del cuerpo y del tronco.
En primer lugar, los participantes completaron una carrera de 8 minutos a 2,78 m/s para familiarizarse con la cinta rodante. A continuación, corrieron 4 minutos a 3,33 m/s para determinar su frecuencia de paso preferida. Completaron varias carreras de 1 minuto a diferentes velocidades y pendientes ascendentes o descendentes. El orden de los recorridos fue aleatorio. Todos los recorridos en pendiente se realizaron a una velocidad de 2,78 m/s. Tras las carreras en pendiente, los participantes corrieron a 3,33 m/s utilizando su frecuencia de paso preferida. A continuación, se les pidió que corrieran a una frecuencia de paso mayor (+10 pasos por minuto) y menor (-10 pasos por minuto) siguiendo el ritmo de un metrónomo.
A partir de los datos de los marcadores retrorreflectantes, se construyó un modelo musculoesquelético que contenía 22 segmentos corporales, 37 grados de libertad y 80 músculos. El modelo se adaptó a la composición corporal de cada participante.
A partir de esta información se determinaron las cargas y los daños en la articulación femororrotuliana, la tibia y el tendón de Aquiles. Dado que la cantidad de daño que experimentan los tejidos depende de la duración, la magnitud y la frecuencia de la carga, el análisis tuvo en cuenta los siguientes parámetros de carga diferentes se calcularon.
Los participantes eran 10 hombres y 9 mujeres con una media de edad de 23,6 años. Medían una media de 174 cm y pesaban 67,2 kg.
Al examinar las distintas condiciones de funcionamiento, se obtuvieron los siguientes resultados.
Dado que la carrera consiste en un elevado número de pasos durante cada carrera, los autores calcularon la carga acumulada y el impulso ponderado acumulado a partir de los impulsos de tensión y deformación sobre el número total de zancadas realizadas.
El efecto de una mayor velocidad de carrera:
Efectos de inclinación:
Efectos de frecuencia de paso:
Los autores querían calcular la cantidad de daño que experimentan los tejidos por la duración, magnitud y frecuencia de la carga. Aunque es interesante conocerlo, el artículo sólo tiene en cuenta los daños que la carrera puede provocar en la articulación femororrotuliana, la tibia y el tendón de Aquiles. No tiene en cuenta la necesidad de cargar las articulaciones y estructuras para mantenerse sanas. Por ello, se descuidan los efectos protectores que la carrera puede ejercer sobre estos tejidos. Aunque puedo entender la necesidad de saber lo que las cargas de la carrera pueden hacer a nuestras articulaciones, los autores perdieron la oportunidad de explicar qué hacer para proteger nuestras articulaciones. Esto es lo que intentaré hacer por ti.
Pero, ¿se trata sólo de daños?
Aunque correr suele considerarse un deporte de alto impacto que puede poner en peligro la salud de las articulaciones, las pruebas revelan que, cuando se hace correctamente y con una buena biomecánica, puede ayudar a protegerlas. Correr puede mejorar la salud de las articulaciones fomentando adaptaciones positivas, aumentando la síntesis de cartílago y manteniendo la integridad de las articulaciones, reduciendo potencialmente el riesgo de lesiones y trastornos degenerativos.
Los resultados de este estudio nos ayudan a comprender lo que ocurre en la tibia, la articulación femororrotuliana y el tendón de Aquiles. A partir de las distintas opciones (velocidad, pendiente y frecuencia de paso) podemos entender cómo adaptar mejor la carrera en caso de que surjan problemas.
Este estudio se realizó con una muestra pequeña y sólo incluyó a 19 participantes. Estas personas no tenían lesiones ni problemas en los tendones de Aquiles, la tibia o las articulaciones femororrotulianas, lo que puede implicar que los resultados difieran de los de las personas que sufren dolor o afecciones musculoesqueléticas en estas regiones del cuerpo.
Mediante la elaboración de un modelo musculoesquelético para estimar las fuerzas y cargas en todas las regiones del cuerpo, los autores pudieron utilizar un enfoque muy moderno para calcular estos movimientos dinámicos en 3D. Sin embargo, el modelo también requiere hacer suposiciones sobre, por ejemplo, la fuerza muscular máxima, por lo que sigue siendo una estimación.
La carrera se evaluó utilizando una cinta rodante, que puede ser diferente de la carrera al aire libre. Las velocidades estaban en el extremo superior para fines recreativos, ya que la velocidad más baja ya estaba en 10 km/h y la más rápida era de 18 km/h. Los autores indicaron que, para muchos corredores, estas velocidades eran demasiado exigentes. Posiblemente esto podría haber influido en los resultados.
Este modelo determinó las cargas en el tendón de Aquiles, la tibia y la articulación patelofemoral. Se seleccionaron estos lugares porque en ellos se producen con mayor frecuencia lesiones relacionadas con la carrera a pie en las extremidades inferiores. Comprender cómo afectan las diferentes condiciones de carrera a la carga y el daño en los puntos habituales de lesión proporciona información valiosa para los fisioterapeutas. Mediante la manipulación de la velocidad de carrera, el gradiente de la superficie y la cadencia, los médicos pueden adaptar los programas de rehabilitación para reducir la carga y prevenir eficazmente las lesiones relacionadas con la carrera.
https://app.physiotutors.com/research-reviews/preventing-running-related-injuries/
No corra el riesgo de pasar por alto posibles señales de alarma o de acabar tratando a los corredores basándose en un diagnóstico erróneo. Este seminario web le impedirá cometer los mismos errores de los que son víctimas muchos terapeutas.