Ellen Vandyck
Director de Investigación
Muchos afectados son reacios a aumentar la actividad a pesar del dolor de espalda, y ésta sigue siendo la recomendación más constante para las personas que lo padecen. Muchos profesionales de la salud ya están haciendo todo lo posible para educar a la gente sobre los beneficios y la seguridad de moverse independientemente de la presencia de dolor. Esto contrasta con la creencia generalizada de que la lumbalgia es peligrosa y motivo de grave preocupación. En la comunidad, esta narrativa puede verse reforzada por la información inexacta que puede encontrarse en los "sitios web sobre salud". Por ello, muchos ingenuos siguen creyendo que la lumbalgia requiere diagnóstico por imagen y atención médica. Esta percepción podría impedir que la gente siguiera el consejo de mantenerse activa. Para contrarrestarlo, los autores del presente estudio propusieron un vídeo explicativo sobre la lumbalgia para cuestionar las creencias de la comunidad sobre la necesidad de atención médica. Propusieron un vídeo neutro y otro humorístico, ya que se ha demostrado que los mensajes humorísticos tienen el potencial de disminuir la ansiedad relacionada con la salud y promover acciones positivas. Además, esperaban que los mensajes humorísticos "se hicieran virales", con la esperanza de que la narrativa positiva se difundiera entre el mayor número posible de individuos.
En este ensayo controlado aleatorizado participaron adultos mayores de 18 años con y sin lumbalgia. Se les reclutó en línea a través de Facebook y se les envió una encuesta. A los que no tenían lumbalgia se les pidió que imaginaran que la tenían para el propósito del estudio. Se formaron 3 grupos en total:
Los participantes incluidos fueron asignados aleatoriamente a uno de esos grupos tras rellenar los datos demográficos. Después de ver el vídeo, completaron los resultados primarios y secundarios.
En el vídeo, la narración explicaba que la lumbalgia es una dolencia común en la que no hay peligro en moverse y mantenerse activo. El objetivo era examinar si las personas aumentan su actividad a pesar del dolor de espalda después de ver el vídeo.
La autoeficacia medida mediante el Cuestionario de Autoeficacia del Dolor (PSEQ) fue el resultado primario. Sólo se tuvo en cuenta la 10ª pregunta. En este ítem 10 se pide a los participantes que valoren su grado de confianza en sí mismos para aumentar gradualmente su actividad a pesar del dolor. Las respuestas oscilaron entre 0 (nada seguro) y 6 (totalmente seguro).
Como resultado secundario, se preguntó a los participantes sobre sus actitudes para mantenerse activos. Para ello se utilizó el Factor 1 del Cuestionario AxEL-Q, un cuestionario validado diseñado para evaluar las actitudes hacia los cuidados de primera línea para el dolor lumbar. El factor 1 consta de 9 ítems y evalúa la actitud hacia el mantenimiento de la actividad; la puntuación oscila entre 0 y 54, y las puntuaciones más altas indican una actitud más positiva hacia los mensajes sobre el mantenimiento de la actividad.
1933 personas fueron asignadas aleatoriamente a uno de los dos grupos de vídeo o al grupo de control. Tenían una edad media de 58,9 años y la mayoría eran mujeres (75%). El 70% de los participantes incluidos sufría dolor lumbar y, en el 87% de ellos, éste duraba más de 3 meses.
El resultado primario reveló que los participantes que vieron un vídeo educativo humorístico o neutro manifestaron un mayor nivel de confianza en mantenerse activos a pesar de su lumbalgia, en comparación con los del grupo de control que no vieron ningún vídeo. La diferencia media del vídeo humorístico frente a la ausencia de vídeo fue de 0,3 (IC 95%: 0,1 - 0,6) y la diferencia media del vídeo neutro frente a la ausencia de vídeo también fue de 0,3 (IC 95%: 0,1 - 0,5). No se observaron diferencias entre los participantes que vieron un vídeo neutro o humorístico (diferencia media = 0 [IC del 95%: -0,2 - 0,3]).
Como resultado secundario, los resultados mostraron que los que vieron el vídeo tenían una actitud más positiva hacia la actividad física que los que no lo vieron. Tampoco aquí se observaron diferencias significativas entre el vídeo humorístico y el neutro.
¿Deberíamos ahora todos grabar vídeos para ayudar a las personas a aumentar su actividad a pesar del dolor de espalda? Por supuesto que no. Sin embargo, cuando un vídeo de este tipo con información detallada y correcta sobre el dolor de espalda y la actividad sea lo primero que encuentren los pacientes al buscar en Internet, seguro que ayudará a atajar las creencias erróneas más comunes.
Pero, ¿tenía sentido esa diferencia? Los participantes que vieron cualquiera de los dos vídeos informaron de un nivel medio de confianza 0,3 puntos superior en el PSEQ en comparación con el grupo de control. Ambos grupos de vídeo informaron de actitudes más positivas hacia la permanencia activa en comparación con el grupo de control, con una diferencia media de 2,8 puntos para el vídeo humorístico y de 2,7 puntos para el vídeo neutro. Parece que estas diferencias son realmente pequeñas.
Sin embargo, lo que podemos extraer de este estudio es que, con un mensaje breve pero positivo, ya podemos informar y educar (ingenuamente) a las personas con (y sin) lumbalgia y asegurarles que mantenerse activo es una de las mejores formas de recuperarse de la lumbalgia.
En el análisis de subgrupos, no se encontraron asociaciones entre la asignación al grupo y la confianza en ser más activo por tener o no lumbalgia y la intensidad del dolor. Del mismo modo, no se observó ninguna asociación en la actitud hacia la actividad física en función de si el participante sufría o no lumbalgia.
Los resultados se evaluaron sólo después de la intervención (visionado del vídeo). Esto nos impide analizar los cambios que experimenta un individuo desde el punto de partida hasta después de ver el vídeo.
Un aspecto importante a destacar de este estudio fue la elevada tasa de retención, ya que el 88% de los participantes completaron el resultado primario. Además, el ensayo se celebró a gran escala e incluyó a muchos participantes. Los informes se ajustaron a la declaración CONSORT y el ensayo se registró prospectivamente.
Las personas que se inscribieron no conocían el propósito del estudio, ya que sólo se les dijo que se les invitaba a participar en una investigación relacionada con el dolor de espalda. Por ello, la hipótesis quedó sin desvelar. Además, el grupo de control desconocía la existencia de un grupo de intervención. Dado que todo se registró mediante una encuesta en línea, los participantes, evaluadores y analizadores no conocían la asignación a los grupos.
Los resultados sugieren que los fisioterapeutas pueden considerar el uso de vídeos educativos breves como parte de su estrategia para mejorar la confianza de los pacientes para aumentar la actividad a pesar del dolor de espalda. Dado el pequeño tamaño del efecto, estos vídeos deben formar parte de un enfoque global que incluya otras intervenciones educativas y motivacionales.
El estudio demostró que una breve intervención en vídeo podía mejorar ligeramente la confianza para aumentar la actividad a pesar del dolor de espalda. Sin embargo, el tamaño del efecto fue pequeño y la relevancia clínica podría ser limitada. El vídeo humorístico no mostró una ventaja significativa sobre el vídeo neutro a la hora de aumentar la confianza.
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