Ellen Vandyck
Director de Investigación
Se cree que la inestabilidad lumbar contribuye de forma significativa a los subgrupos de dolor lumbar (la prevalencia oscila entre el 13 y el 33%) y a menudo no se tiene en cuenta en la práctica clínica. La inestabilidad se define como una disminución de la capacidad de los estabilizadores de la columna vertebral para mantener la zona neutra dentro de los límites fisiológicos del movimiento. Hasta ahora, los clínicos que diagnostican la inestabilidad lumbar clínica se basan principalmente en las imágenes médicas, lo cual es bastante notable dado que estas imágenes presuponen una inestabilidad estructural. Sin embargo, los hallazgos en las imágenes médicas no siempre se corresponden con la patología y, por lo tanto, este patrón oro puede cuestionarse. Destacamos este trabajo por haber realizado un importante esfuerzo para investigar la inestabilidad lumbar no tanto estructural como clínica (IL) a partir de varios hallazgos y pruebas propuestos en la literatura con anterioridad.
Se realizó un estudio transversal que incluyó a 200 participantes de entre 40 y 60 años con dolor lumbar durante un periodo de 3 meses. Los pacientes se clasificaron en 2 grupos: un grupo de CLI y un grupo de otras patologías de la columna vertebral.
Un fisioterapeuta realizó un grupo de 4 pruebas para diagnosticar la inestabilidad lumbar clínica:
A continuación, este grupo se comparó con un patrón de referencia de elaboración propia que contenía 13 signos recomendados en la anamnesis y 6 hallazgos en la exploración física, tal y como se había propuesto en estudios anteriores. Un cirujano ortopédico evaluó la presencia de estos hallazgos. La norma de referencia se consideró positiva cuando estaban presentes 7 y 3 signos de la anamnesis y la exploración física, respectivamente.
Un grupo de 3/4 pruebas positivas fue el grupo de pruebas más preciso en general, con el LR+ más alto (5,8) y la segunda especificidad más alta (91,7%), pero la segunda sensibilidad más baja (47,8%) y el LR- (0,6). La agrupación de dos de cuatro pruebas clínicas mostró la segunda sensibilidad más alta (89,1%), LR+ (2,4) y LR- (0,2).
Aunque los autores han realizado un esfuerzo considerable para estudiar el diagnóstico de la ICM, este estudio presenta varios defectos. En primer lugar, los participantes fueron reclutados en un departamento de ortopedia de un hospital, lo que puede provocar que en el estudio hayan participado pacientes con dolor lumbar más grave, limitando así la generalizabilidad. Se utilizó una técnica de "muestreo de conveniencia", que recluta pacientes de un grupo fácilmente accesible o muy interesado en participar. Por lo tanto, es posible que la muestra no refleje plenamente a todos los pacientes con dolor lumbar. Además, se excluyeron los pacientes que presentaban una incapacidad para mover activamente la columna lumbar debido a dolor intenso/espasmos musculares, lo que creemos que puede ser un signo de CLI. Asimismo, no se indicó si el tamaño de muestra requerido se determinó a priori o a posteriori y el diagrama de flujo no indicaba cuántos pacientes en total se evaluaron para determinar su elegibilidad.
También surgen problemas con la llamada prueba de referencia "patrón oro". Como se compone de varias pruebas imperfectas, no podemos asegurar que la prueba de referencia sea un verdadero patrón oro, lo que posiblemente introduzca un sesgo de patrón de referencia imperfecto y, por lo tanto, se justifica la precaución a la hora de interpretar la precisión diagnóstica de la agrupación propuesta. Sin embargo, fue una buena opción considerar este estándar de referencia compuesto, ya que evitaba el diagnóstico de ICM a través de los hallazgos estructurales evaluados en las imágenes médicas. El traumatólogo evaluó la presencia de un resultado positivo o negativo en el patrón de referencia. Esto puede suponer un problema, ya que los cirujanos ortopédicos pueden considerar el dolor lumbar de forma diferente a como lo hacen los fisioterapeutas. Además, no está claro si la elección de 7 hallazgos de la historia clínica y 3 hallazgos de la exploración física para un estándar de referencia positivo se determinó de forma arbitraria o se basó en pruebas propuestas en la literatura. Por último, pero no por ello menos importante, existe el riesgo de sesgo de incorporación, ya que algunas de las pruebas de índice forman parte de la prueba de referencia.
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