Ellen Vandyck
Director de Investigación
Un buen núcleo es primordial para el funcionamiento óptimo de las extremidades. El músculo isquiotibial, a través de su unión a la tuberosidad isquiática, puede alterar la posición de la pelvis sobre la que actúan los músculos centrales. Unos isquiotibiales acortados pueden provocar una inclinación posterior excesiva de la pelvis, lo que puede reducir la lordosis lumbar. Puede desarrollarse una cascada de mecanismos compensatorios que hacen a los individuos propensos a las lesiones. Este estudio quería averiguar si existe una correlación entre la fuerza central y la flexibilidad de los isquiotibiales en los jóvenes.
Se realizó un estudio observacional transversal en la India, en el que participaron adultos jóvenes sanos de entre 18 y 25 años. Se reclutaron participantes con y sin tensión en los isquiotibiales.
La prueba de extensión activa de rodilla evaluó la flexibilidad de los músculos isquiotibiales. Esta prueba requiere que el participante extienda la rodilla desde una posición flexionada 90° en decúbito supino con ambas caderas flexionadas a 90°. El grado de flexión de la rodilla respecto a la vertical (extensión terminal de la rodilla) se midió con un goniómetro.
Se utilizó la batería de pruebas de resistencia central de McGill para evaluar la fuerza central. Esta batería de pruebas consta de 3 pruebas diferentes:
El resultado de interés fue la correlación entre los resultados de la batería de pruebas McGill Core y la flexibilidad de los isquiotibiales medida mediante la prueba de Extensión Activa de Rodilla. Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson. Los coeficientes de correlación se interpretan del siguiente modo:
Se incluyeron 36 adultos jóvenes sanos. Tenían una edad media de 20 años y alcanzaron una media de 64° en la prueba de Extensión Activa de Rodilla.
Su fuerza de resistencia central se tabula a continuación.
Se observó una correlación positiva moderada y significativa entre la fuerza central y la flexibilidad de los isquiotibiales en la prueba de resistencia del torso flexor. Se encontró una correlación positiva significativa, aunque débil, entre la prueba de Resistencia Extensora del Torso y la flexibilidad de los isquiotibiales. No se observó correlación entre las pruebas de Resistencia Lateral del Torso y Extensión Activa de la Rodilla.
La correlación positiva moderada entre la prueba de Resistencia de los Flexores del Torso y la prueba de Extensión Activa de la Rodilla significa que cuanto mayor sea la resistencia de los músculos abdominales anteriores, mejor será la flexibilidad de los isquiotibiales y viceversa. Esto puede observarse mirando la línea discontinua azul de la imagen inferior. Los participantes que alcanzaron sólo 40° de extensión de rodilla desde la posición inicial en 90° de flexión de rodilla (figura 2) tenían una resistencia significativamente menor que los que se acercaban a la posición terminal de extensión de rodilla.
Una correlación positiva moderada entre la flexibilidad de los isquiotibiales y la resistencia central muestra que el aumento de la flexibilidad de los isquiotibiales puede estar relacionado con la mejora de la capacidad de resistencia central. Este vínculo puede explicarse mediante múltiples factores fisiológicos y biomecánicos interconectados.
Aunque se observó una correlación positiva entre la fuerza central y la flexibilidad de los isquiotibiales, no podemos decir en qué dirección debe interpretarse el efecto. Además, esta correlación no significa simplemente que una cosa cause la otra.
Sin embargo, esta información puede ayudarnos a comprender las exigencias de los adultos jóvenes y los deportistas. Por ejemplo, los atletas con una mejor flexibilidad de los isquiotibiales pueden sufrir menos tensión durante los movimientos dinámicos, lo que se traduce en una transmisión más eficaz de la energía y una menor fatiga de los músculos centrales. Esta eficacia es especialmente crucial en los deportes que requieren cambios rápidos de dirección o un esfuerzo físico prolongado, ya que la resistencia del núcleo es esencial para el rendimiento.
Sorprendentemente, en esta muestra, los participantes obtuvieron puntuaciones de resistencia en la batería de pruebas McGill Core inferiores a las de los datos normativos, excepto en la prueba de resistencia del torso flexor, en la que obtuvieron casi el doble de tiempo que la norma. Esto puede tener implicaciones que sería interesante investigar más a fondo.
Aunque no podamos especificar la dirección de los efectos ni la causa de las observaciones, podemos utilizar estos hallazgos para razonar clínicamente sobre cada paciente concreto. Por ejemplo: una reducción de la resistencia extensora del tronco puede sobrecargar los isquiotibiales, ya que contribuyen a la extensión de la cadera. Es posible que, por ejemplo, una flexibilidad limitada de los músculos isquiotibiales haga que éstos actúen con menos eficacia o que la sobrecarga de los isquiotibiales creada por una extensión ineficaz del tronco los haga propensos a la tensión. Cada individuo puede presentarse de forma diferente, pero estos hallazgos pueden ayudarte a que resuenen las observaciones en la práctica clínica.
Una limitación de este estudio es que una de las medidas de resultado se describe de otra forma a lo largo del texto que la descrita en la figura 2. En el texto, los autores especifican flexionar ambas caderas, mientras que la imagen sólo muestra una cadera flexionada. Además, hacen referencia al estudio de Olivencia et al. (2020) donde la prueba se realiza con un rodillo de espuma debajo de la pierna no sometida a la prueba.
Aunque la Prueba de Extensión Activa de Rodilla se ha realizado de varias formas, el uso incoherente del mismo nombre para diferentes ejecuciones de la prueba dificulta la comparación entre estudios. Debajo hay una imagen de la prueba de Extensión Activa de Rodilla realizada con la otra pierna extendida. Hemos hecho un vídeo sobre esta prueba, realizada con ambas caderas flexionadas a 90°, y abogamos por utilizar el nombre de Prueba de Elevación de Piernas Recta 90-90, cuando se realiza con ambas caderas flexionadas y utilizando la prueba de Extensión Activa de Rodilla cuando la prueba se realiza según la imagen de abajo.
Por lo tanto, una limitación de este estudio reside en la descripción incoherente de la medida de resultado utilizada, que limita la correcta interpretación de los resultados.
Este estudio halló dos correlaciones positivas entre la fuerza del tronco y la flexibilidad de los isquiotibiales, indicativas de una menor resistencia del tronco relacionada con una peor flexibilidad de los isquiotibiales. Este estudio sólo muestra una correlación entre las variables, pero no puede profundizar en la causa exacta de la relación.
Tanto si trabaja con deportistas de alto nivel como con aficionados, no querrá pasar por alto estos factores de riesgo que podrían exponerlos a un mayor riesgo de lesión. Este seminario web le permitirá detectar esos factores de riesgo para trabajar en ellos durante la rehabilitación.