Max van der Velden
Director de Investigación
El hombro congelado afecta al 2-5% de la población general. Se trata de una enfermedad compleja en la que pueden intervenir varios mecanismos. A día de hoy, ninguna intervención influye en la historia natural de la enfermedad. Los autores pretenden investigar el papel potencial del sistema nervioso central midiendo el impacto clínico.
Se reclutó una muestra de conveniencia de 10 sujetos. Los criterios diagnósticos fueron los siguientes:
Los criterios de exclusión fueron:
Las medidas de resultado se realizaron al inicio del estudio y tras un periodo de lavado de dos semanas. Los participantes iniciaron el programa de tratamiento y los resultados se midieron al final del periodo de tratamiento, a los 3 meses, y a los 3 meses de seguimiento.
La medida de resultado primaria fue el cuestionario SPADI. Se recogieron diferentes medidas de resultado secundarias, como parámetros de viabilidad, dolor de hombro autopercibido, amplitud de movimiento del hombro, agudeza táctil, juicio de lateralidad, evitación del miedo, etc.
Se instruyó a los pacientes sobre el programa y se les explicó que el homúnculo puede alterarse cuando las personas sienten dolor y que aumentar la "agudeza" de la región del hombro dentro del homúnculo podría reducir el dolor y aumentar el movimiento.
Se les impartieron sesiones de 60 minutos, una vez a la semana, durante 10 semanas.
Lo que se les dio:
Los resúmenes de la intervención pueden encontrarse aquí y aquí.
Puede encontrar una explicación completa de la intervención en el protocolo aquí.
Se observaron resultados SPADI positivos tras el tratamiento en el seguimiento (6 meses desde el inicio del tratamiento de 10 semanas). Las puntuaciones SPADI en el seguimiento superaron los valores MDC y MCID.
Se trata de un estudio interesante en relación con las opciones de tratamiento del hombro congelado. Existen múltiples modalidades, pero ninguna de ellas parece tener un impacto profundo en el curso de la afección.
El sistema nervioso central desempeña un papel importante en las afecciones crónicas en forma de sensibilización central, entre otras. Estas alteraciones centrales pueden estar presentes en los enfermos de hombro congelado. Lógicamente, habría que investigar si estos cambios observados habitualmente están presentes en esta población de pacientes. Si es así, pueden formularse hipótesis sobre el tratamiento. Sin embargo, los autores se han saltado algunos pasos. Antes de poder comprobar si el tratamiento X ayuda a la enfermedad Y mediante la alteración de la variable Z, necesitamos saber si la variable Z está presente.
Imagínese a un médico recetándole estatinas porque tiene la hipótesis de que su tendinopatía del manguito rotador se debe metabólicamente a una abundancia de colesterol LDL en la sangre, sin siquiera comprobar si efectivamente tiene el colesterol alto. Esto no tiene sentido.
Los autores intentan comprobar si la intervención es factible de estudiar y, de paso, miden algunos parámetros clínicos como el SPADI.
Los datos relativos al SPADI, o cualquier otra medida de resultado secundaria, no van a ser muy útiles. Diez temas no son suficientes y, para ser justos, los autores lo mencionan en su discusión. Sin embargo, parece que no pueden resistir la tentación de añadir tantas medidas de resultado como sujetos de estudio, lo que hace que los datos recogidos sean matemáticamente redundantes debido a una enorme falta de potencia estadística.
Otra cosa digna de mención, pero posiblemente no de crítica, es el hecho de que este estudio se publique en el "International Journal of environmental research and public health", lo cual es, cuando menos, peculiar.
Es posible que los autores estén en lo cierto con respecto al tratamiento centrado en el SNC, pero en este momento, en mi opinión, es un poco descabellado.
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