Ellen Vandyck
Director de Investigación
La tendinopatía crónica del tendón de Aquiles es una afección caracterizada por un dolor muy localizado en la inserción o ligeramente proximal a la misma. Puede afectar a personas de todas las edades y causar dolor e incapacidad importantes. La cronicidad de la afección hace que a menudo sea difícil de manejar y que deba esperarse una recuperación prolongada. El ejercicio excéntrico y varias modalidades físicas se han investigado para saber si tienen cabida en el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles. La eficacia del ejercicio excéntrico ya se ha demostrado en varias revisiones sistemáticas, especialmente para la tendinopatía del tendón de Aquiles de la porción media. Dado que las modalidades físicas siguen utilizándose en el ámbito clínico, es necesario determinar su eficacia como posible complemento del ejercicio excéntrico, para el que ya existen pruebas sólidas en la tendinopatía de Aquiles. Este estudio profundiza en ello.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios sobre la tendinopatía de Aquiles que comparaban modalidades físicas combinadas con ejercicios excéntricos con ejercicios excéntricos solamente. La tendinopatía crónica del tendón de Aquiles se definió como síntomas entre 2 y 6 cm proximales a la inserción calcánea, de más de 3 meses de duración y que no han respondido a un tratamiento no quirúrgico.
Los resultados observados fueron el VISA-A, que examina la gravedad clínica de la tendinopatía del tendón de Aquiles en una escala de 0-100, el NPRS y el dolor inducido por la carga medido en el NRS. Se examinaron los resultados a corto plazo (4 semanas) y a largo plazo (12-16 semanas).
Los estudios debían incluir un grupo de ejercicio excéntrico como comparador de una modalidad física con un programa de ejercicio excéntrico. Las modalidades físicas incluidas en este estudio podrían ser ondas de choque, terapia con láser de baja intensidad, férula nocturna y Astym.
En total, se incluyeron ocho estudios en la revisión, que estudiaron participantes con tendinopatía crónica del tendón de Aquiles de entre 18 y 70 años de edad. En total, se estudiaron 199 y 421 sujetos en el seguimiento a corto y largo plazo, respectivamente. En el grupo de entrenamiento con modalidades físicas y ejercicios excéntricos (PMEE), 3 estudios utilizaron ondas de choque, 2 utilizaron terapia con láser de baja intensidad, 1 estudio utilizó férulas nocturnas, 1 ortesis de pie y 1 Astym.
En el seguimiento a corto plazo, no se encontraron diferencias entre la PMEE y la EE en la VISA-A (DME=0,03 [IC 95%: -0,46-0,53]) y la NPRS (DME=-0,16 [IC 95%: -0,72-0,40]). No se investigó el dolor inducido por la carga a las 4 semanas.
En el seguimiento a largo plazo, no se encontraron diferencias significativas para el VISA-A (DME=0,43 [IC del 95%: -0,05-0,92]), el NPRS (DME=-0,39 [IC del 95%: -1,11-0,32]) y el dolor inducido por la carga (DME=-0,46 [IC del 95%: -1,08-0,15]) entre el grupo de PMEE y el de ejercicios excéntricos.
Los resultados del seguimiento a largo plazo en el VISA-A revelan que el efecto es limítrofe, no significativo a favor del tratamiento con ejercicios excéntricos. Sin embargo, la heterogeneidad de alta a moderada de estos resultados nos lleva a concluir que las conclusiones deben interpretarse con cautela. La hipótesis es que el ejercicio excéntrico mejora la resistencia a la tracción del tendón de Aquiles, lo que reduce aún más la tensión. Las modalidades físicas propuestas no producen tal aumento de la resistencia a la tracción, por lo que son ineficaces en el tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles.
La limitación de los estudios ingleses podría haber introducido un sesgo lingüístico en los resultados. No obstante, como el riesgo de sesgo era bajo, se han incluido estudios de alta calidad, lo que ha dado lugar a resultados firmes. Los autores revelaron que no había indicios de sesgo de publicación. Aparte de eso, la metodología del presente estudio estuvo bien realizada, cumpliendo los requisitos de las síntesis sistemáticas y los metaanálisis.
Dado que las modalidades físicas como la terapia con ondas de choque y láser de baja intensidad no aportan ningún beneficio adicional en comparación con los ejercicios excéntricos únicamente, esta última opción sigue siendo el pilar del tratamiento de la tendinopatía del tendón de Aquiles. Como esta revisión pudo incluir estudios de alta calidad y bajo riesgo de sesgo, la certeza de la evidencia es alta. La dosis de ejercicio excéntrico para la tendinopatía del tendón de Aquiles sintetizada a partir de estos estudios de alta calidad sugiere 3 series de 15 repeticiones realizadas dos veces al día durante 12 semanas, ambas realizadas de pie sobre la rodilla flexionada y extendida.
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